¿Debería Australia limitar el uso de las redes sociales para los menores?
Australia planea introducir un requisito de edad mínima para los niños que usan las redes sociales, citando preocupaciones sobre el impacto en su salud mental y física. Sin embargo, los defensores de los derechos digitales han criticado la medida, advirtiendo que podría impulsar la actividad en línea perjudicial hacia espacios menos regulados, según informó Reuters el martes.
El Departamento del Primer Ministro y del Gabinete del Sur de Australia (DPC) ha publicado recientemente un informe proponiendo cambios significativos en cómo los niños del estado acceden a las redes sociales.
El informe de la DPC destaca varias razones para regular el acceso de los niños a las redes sociales, centrándose principalmente en los riesgos para su bienestar y seguridad. Enfatiza preocupaciones como el ciberacoso, que puede llevar a angustia emocional y problemas de salud mental.
Los niños también están en riesgo de exposición a contenido inapropiado como la violencia y el discurso de odio, lo cual podría perjudicar su desarrollo, tal como se indica en el informe.
Además, el informe aborda la naturaleza adictiva de las redes sociales, señalando su impacto en el sueño, el trabajo escolar y las interacciones sociales, así como los riesgos a la privacidad que enfrentan los niños cuando comparten información personal en línea.
Las preocupaciones planteadas en Australia resuenan con las pautas recientes de la autoridad de salud pública de Suecia, que recomiendan límites estrictos al tiempo de pantalla para los niños pequeños para mitigar los efectos negativos en la salud.
La DPC propone un sistema de dos niveles para restringir el acceso a las redes sociales basado en la edad: prohibiendo el acceso a los niños menores de 14 años sin el consentimiento de los padres y requiriendo el consentimiento para los jóvenes de 14 a 16 años, sin más restricciones una vez que se concede el consentimiento.
El informe destaca varios desafíos en la aplicación de las restricciones propuestas a las redes sociales. Verificar las edades en línea es complejo, requiere la colaboración con las plataformas para procesos efectivos. Los métodos específicos de aplicación no se detallan pero podrían implicar un nuevo organismo regulador que trabaje con las empresas de redes sociales y los proveedores de internet.
El informe también subraya la necesidad de una consulta pública para abordar las preocupaciones sobre la libertad de expresión y el acceso a la información. Los comentarios de los padres, los educadores y la comunidad en general serán cruciales para dar forma a la implementación final de las restricciones.
Según Reuters, Daniel Angus, director del Centro de Investigación en Medios Digitales de la Universidad de Queensland, criticó las restricciones propuestas, diciendo que podrían “causar un daño grave al excluir a los jóvenes de una participación significativa y saludable en el mundo digital, posiblemente dirigiéndolos a espacios en línea de menor calidad.”
El Washington Post informó que Lisa Given, profesora de ciencias de la información en el Royal Melbourne Institute of Technology, declaró: “Hay muchas razones por las que los niños necesitan acceder a la información por sí mismos, especialmente aquellos en áreas regionales o remotas. Es posible que no tengan fácil acceso a una biblioteca cercana y podrían ser educados en casa.”
Este debate refleja preocupaciones globales más amplias sobre el equilibrio entre la seguridad digital y el acceso a la información.
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