Opinión: Pronto Todos Llevaremos Gafas Inteligentes, El Look Intelectual del Futuro
Las gurús de la tecnología afirman que la postura de nuestra sociedad está a punto de cambiar: no estaremos encorvados sobre nuestros teléfonos todo el día, llevaremos toda la información que necesitamos en nuestros flamantes y novedosos lentes inteligentes impulsados por la inteligencia artificial.
Es difícil imaginar un futuro cercano en el que no estemos constantemente tomándonos selfies, caminando hacia nuestros destinos siguiendo las rutas de Google Maps en una pantalla, o hablando con nuestros seres queridos a través de ese preciado dispositivo que mantenemos pegado a nuestras manos. Pero todas las grandes empresas de tecnología aseguran que esto sucederá pronto. Y están invirtiendo fuertemente en ello.
Solo en septiembre, Snap lanzó sus nuevas gafas AR Spectacles, Samsung y Google anunciaron una nueva asociación con Qualcomm para fabricar nuevas gafas inteligentes, y Meta acaba de presentar sus más recientes gafas inteligentes de realidad aumentada llamadas Orion. Entonces, ¿qué está pasando?
Mirando hacia el futuro
¿Vamos a sentirnos cómodos usando gafas inteligentes? Lamentablemente, estudios recientes indican que probablemente tendremos que hacerlo, ya que 1 de cada 3 niños en todo el mundo es miope, pero además de las necesidades médicas, los dispositivos recientes parecen tener características y beneficios fascinantes que podrían hacernos optar por el look intelectual.
Las nuevas gafas impulsadas por IA ahora incluyen opciones de realidad aumentada que pueden mostrarnos correos electrónicos y mensajes mientras lavamos los platos, o tomar fotos mientras nuestras manos están ocupadas sosteniendo el volante del coche o balanceando un bate mientras jugamos al béisbol.
Ahora podemos controlar las gafas inteligentes con gestos de la mano, con la ayuda de sensores en una pulsera, e incluso con nuestros ojos, ya que las nuevas tecnologías pueden rastrear los movimientos oculares.
Desde la orientación en el entrenamiento en el gimnasio hasta ayudarnos a corregir nuestra postura, estos dispositivos inteligentes pueden actuar como herramientas poderosas para un estilo de vida más saludable o mejorado, e incluso asistir a los cirujanos durante operaciones y procedimientos complejos. Las posibilidades parecen ilimitadas.
Gafas inteligentes vs. Auriculares y Smartphones
Los tiempos en los que todo iba a ser móvil parecen quedarse en el pasado, al igual que los ya futuristas cascos de realidad virtual. Vimos cómo los teléfonos podían asumir tareas infinitas que solíamos poder hacer solo a través de nuestras computadoras, y ahora estamos viendo una transición de la realidad virtual a la realidad aumentada y una fascinante mezcla de ambas.
Los auriculares de realidad aumentada y virtual (AR VR) han estado evolucionando, tanto en precio como en tecnología, durante los últimos años. Sin embargo, a pesar de los videos virales de personas que los usan para ir al gimnasio, comer en restaurantes o moverse por la ciudad, muchos siguen siendo escépticos sobre si es adecuado o no usar estos dispositivos en público por motivos de seguridad y por cómo se ven: muchos usuarios en redes sociales los han calificado de nerds y ridículos.
Aunque los auriculares AR VR pueden proporcionar una experiencia inmersiva como ningún smartphone ha podido, independientemente de cuán absortos podamos quedar mirando la pantalla, todavía son demasiado llamativos y es ahí cuando las gafas inteligentes ganan puntos.
Las gafas inteligentes parecen gafas normales, solo un poco más grandes —por el momento—, y las personas ya están acostumbradas a ver a otros usar gafas, por lo que se ven más “naturales”. Estos dispositivos son más discretos y proporcionan una experiencia “más presente”, como Mark Zuckerberg intentó enfatizar durante una reciente entrevista con la periodista Cleo Abram.
“El principal valor que estamos tratando de agregar es esta sensación de presencia”, dijo Zuckerberg, mientras también explicaba que los nuevos modelos serán más baratos y ligeros e incluirán más características que nunca: hologramas, seguimiento ocular, cámaras, micrófonos, altavoces, baterías y sensores para capturar todo dentro de una estructura simple.
Si el “estar más presente” al usar estas gafas es una ilusión o no —muchos, incluyendo a la ciencia, consideran que la multitarea no es tan efectiva como la gente cree— lo cierto es que las gafas son más fáciles de usar en comparación con los teléfonos inteligentes y se sienten más familiares que los auriculares.
¿Es ahora el momento adecuado?
La idea de las gafas inteligentes no es nueva. Se ha propuesto anteriormente y fracasó estrepitosamente. Google anunció por primera vez Google Glass en 2012—sí, hace doce años— y Dyson diseñó un prototipo en 2001. ¿Qué ha cambiado ahora?
Algunas de las razones por las que estos dispositivos futuristas fracasaron todavía están presentes en nuestra actualidad, como son las preocupaciones de privacidad y éticas. Algo que las grandes empresas de tecnología parecen estar ignorando o al menos no prestando demasiada atención. Estos dispositivos discretos que registran y observan todo tan fácilmente sí levantan algunas banderas rojas.
Pero está, por supuesto, nuestro nuevo ingrediente favorito para todas las nuevas tecnologías: la inteligencia artificial. No sólo la IA como una tecnología más desarrollada y avanzada con nuevos modelos de lenguaje grande y modernos, sino también como una tecnología más adoptada.
OpenAI anunció recientemente que tienen más de 200 millones de usuarios semanales en todo el mundo, por lo que el uso de ChatGPT no solo es más común para más personas, sino que se está convirtiendo en una herramienta esencial y de uso diario. Además de esto, OpenAI también comenzó a implementar la función de voz, por lo que no será muy diferente hablar con un teléfono que hablar con gafas. ¿Verdad?
Otra nueva diferencia son los precios. Mientras que las Google Glasses comenzaron con un precio de $1,500, accesibles para una cantidad reducida de la población, los nuevos dispositivos desarrollados por Snap o Meta han reducido significativamente los costos, haciéndolos más accesibles para un público más amplio.
Sin embargo, los modelos más recientes ni siquiera están listos para la venta, acaban de ser presentados y promocionados al mundo. Solo el tiempo dirá si estamos ahora listos para usar estos dispositivos, si nuestra postura y salud mejorarán, o si los desafíos a los que se han enfrentado las gafas inteligentes durante años aún persisten y todavía no estamos listos para adoptarlas.
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