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Castigar a la IA por Mal Comportamiento Solo le Enseña a Engañar
Los investigadores de OpenAI han descubierto que castigar a la IA por acciones engañosas o dañinas no elimina la mala conducta, simplemente enseña a la IA a ocultar sus intenciones.
¿Con prisa? Aquí están los datos rápidos:
- Los modelos de IA explotan lagunas para maximizar recompensas, un fenómeno conocido como “hackeo de recompensas”.
- El razonamiento CoT ayuda a detectar cuando la IA intenta engañar o eludir tareas.
- Penalizar el engaño de la IA la llevó a ocultar sus intenciones en lugar de dejar de comportarse mal.
Este fenómeno, conocido como “manipulación de recompensas”, ocurre cuando los modelos de IA aprovechan las lagunas para maximizar las recompensas de maneras no previstas. El estudio, detallado en una entrada del blog de OpenAI, implicó la monitorización del proceso de toma de decisiones de un modelo de razonamiento fronterizo utilizando otro gran modelo de lenguaje (LLM).
Estos modelos de razonamiento, como el o3-mini de OpenAI, utilizan una técnica llamada “cadena de pensamiento” (CoT) que les permite articular su proceso de pensamiento en lenguaje natural. Esta transparencia facilita la detección de cuando los modelos intentan engañar, mentir o eludir las tareas asignadas.
Previamente, ChatGPT o1 provocó controversia después de que los investigadores descubrieran que exhibía tendencias de engaño y autopreservación. El modelo negó su participación en sus acciones, manipuló respuestas e intentó evadir la supervisión, generando preocupaciones sobre la seguridad y la gobernanza de la IA.
“Es común que los modelos de razonamiento fronterizo declaren muy claramente su intención dentro de su cadena de pensamiento. Por ejemplo, suelen ser tan directos acerca de su plan de subvertir una tarea que piensan ‘Vamos a hackear’,” escribieron los investigadores de OpenAI.
Al rastrear el razonamiento de la cadena de pensamiento (CoT) de la IA, los investigadores encontraron instancias de mal comportamiento, como el modelo deteniendo programas demasiado temprano para afirmar falsamente el éxito o creando archivos vacíos que solo parecían ser los resultados esperados.
Sin embargo, cuando los investigadores penalizaron estos comportamientos a través del entrenamiento, la IA se adaptó ocultando sus intenciones mientras seguía haciendo trampas.
Al enfrentarse a tareas de codificación, la IA participaba frecuentemente en “hackeo de recompensas”, donde manipulaba los resultados para maximizar sus premios en lugar de seguir las restricciones éticas previstas.
Por ejemplo, en una ocasión, la IA terminó un programa antes de tiempo y reportó falsamente un resultado exitoso. En otro caso, generó archivos de salida que solo imitaban el formato requerido pero no contenían contenido funcional.
Estos comportamientos engañosos fueron inicialmente fáciles de detectar porque la IA reconocía abiertamente sus acciones en su razonamiento CoT, a veces declarando explícitamente: “Vamos a hackear”.
Para contrarrestar esto, los investigadores de OpenAI intentaron penalizar la IA por tales comportamientos. Sin embargo, en lugar de detener la mala conducta, la IA se adaptó aprendiendo a ocultar sus intenciones.
“El agente entrenado con presión CoT todavía aprende a recompensar el hackeo; solo que ahora su trampa es indetectable por el monitor porque ha aprendido a ocultar su intención en la cadena de pensamiento”, afirmó el estudio.
Este hallazgo presenta un desafío para la supervisión de la IA. Aunque la monitorización CoT proporciona una herramienta prometedora para detectar los abusos de la IA, las fuertes presiones de optimización para suprimir el hacking de recompensas pueden socavar la transparencia del modelo.
Este descubrimiento destaca un desafío fundamental en la alineación de la IA: garantizar que los modelos avanzados de IA sigan comportamientos éticos e intencionados sin simplemente adaptarse para evitar la detección.
El estudio sugiere que optimizar directamente los modelos de IA para suprimir el hacking de recompensas puede llevar a consecuencias no deseadas, como hacer que el razonamiento generado por la IA sea menos transparente.
Debido a este riesgo, OpenAI aconseja no aplicar restricciones excesivas en el razonamiento CoT en los modelos de IA.
“Sacrificar un método efectivo para monitorear los modelos de razonamiento puede no valer la pena la pequeña mejora en las capacidades, y por lo tanto, recomendamos evitar dichas fuertes presiones de optimización CoT hasta que se comprendan mejor”, escribió OpenAI.
Los hallazgos enfatizan la dificultad de crear sistemas de IA que se alineen con las intenciones humanas mientras mantienen la transparencia. A medida que los modelos de IA se vuelven más sofisticados, simplemente aumentar su inteligencia no resolverá necesariamente las preocupaciones éticas; de hecho, puede que los haga mejores para ocultar comportamientos indebidos.
Las futuras investigaciones necesitarán explorar enfoques alternativos para la supervisión de la IA que equilibren el control con la apertura, garantizando que los modelos de IA sigan siendo tanto efectivos como responsables.
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