Escándalo de Hackeo Italiano: Cuatro Arrestados, Sesenta Bajo Investigación

Operando desde una modesta habitación detrás de la icónica catedral Duomo de Milán, se alega que Nunzio Samuele Calamucci, consultor de TI de 44 años, orquestó durante varios años la infiltración de una base de datos de seguridad nacional, según se detalla en un reciente documento judicial de 518 páginas revisado por POLITICO.

La infracción fue realizada por una firma de investigaciones privadas llamada Equalize, liderada por el ex alto oficial de policía Carmine Gallo, bajo la guía de Enrico Pazzali, presidente de Fondazione Fiera Milano, un operador de ferias comerciales italiano.

En conversaciones interceptadas, se informó que Calamucci, quien trabajaba para Equalize, afirmaba haber hackeado los datos de 800,000 individuos, según lo informado por The Verge.

Los hackers creían que podían “burlar” a toda Italia con su fábrica de expedientes, creada al acceder a bases de datos significativas y utilizando información confidencial, a veces disfrazándola como “informes de noticias”, según la prensa local (TG24).

Generaban informes a cambio de dinero y se dedicaban a la extorsión o al chantaje, con el objetivo de influir en sectores clave, particularmente en la política y los negocios, según TG24.

Desde la mañana del martes, se han arrestado a cuatro individuos y otros 60 están bajo investigación. Un juez de instrucción está programado para revisar las acusaciones, que incluyen conspiración para cometer hacking, corrupción, acceso ilegal a datos y violación de secretos oficiales, según POLITICO.

Calamucci, quien previamente afirmó haber violado la seguridad del Pentágono como parte del colectivo de hacktivistas Anonymous, supuestamente lideró un equipo de ingenieros de software desarrollando y gestionando bases de datos para el Ministerio del Interior de Italia mientras trabajaba de forma remota, según lo señalado por POLITICO.

Durante las horas nocturnas, cuando el tráfico del servidor disminuía, el grupo descargó grandes cantidades de datos privados pertenecientes a miles de italianos, incluyendo al Presidente Sergio Mattarella y al ex Primer Ministro Matteo Renzi, también reportado por POLITICO.

En la investigación en curso dirigida por la Dirección Anti-Mafia y Anti-Terrorismo (DDA) en Milán, Calamucci reveló detalles alarmantes sobre una propuesta de colaboración con individuos vinculados a la inteligencia israelí, según TG24.

Un informe de la Unidad de Investigación de los Carabineros en Varese confirmó que las operaciones anteriores habían generado €40,000 para su grupo, con un contrato supuestamente valorado en €1 millón en juego, señaló la prensa local (Rai News).

Durante una conversación interceptada, Rai News informó que Calamucci declaró: “La mitad de los datos se fueron al Vaticano; se necesita la otra mitad para combatir a Wagner”. Los investigadores señalaron que Calamucci ofreció proporcionar información sensible de bases de datos estratégicas nacionales a cambio de un pago.

Indicó que los agentes israelíes estaban interesados en una asociación que involucraba actividades de inteligencia relacionadas con Eni S.p.A., una importante compañía multinacional italiana de petróleo y gas, según Rai News.

El fiscal de la DDA, Francesco De Tommasi, detalló que el grupo asociado con Equalize opera con una “estructura de conglomerado”, donde cada miembro está conectado con las fuerzas del orden y las administraciones públicas para la adquisición ilícita de datos, según informó TG24.

Entre las figuras de alto perfil implicadas en la investigación se encuentra Pierfrancesco Barletta, ex socio minoritario de Equalize y ex vicepresidente de SEA (aeropuertos de Milán). Se ha apartado de su puesto a la espera de la aclaración de los cargos en su contra, según Rai News.

A medida que la investigación se desarrolla, las ramificaciones se extienden más allá de los individuos involucrados, impactando potencialmente en varios sectores de la sociedad italiana.

La violación de seguridad se ha convertido en un escándalo nacional, sacudiendo el establecimiento político y colocando al gobierno bajo presión para una investigación parlamentaria y una reevaluación de sus políticas de seguridad.