La NASA devuelve una nave espacial sin tripulación debido a problemas técnicos
La cápsula Boeing Starliner regresó a la Tierra sin ningún astronauta a bordo el sábado, según anunció la NASA. Este acontecimiento marcó el fin de la Prueba de Vuelo con Tripulación (CFT, por sus siglas en inglés), la primera misión de astronautas de Starliner.
Los astronautas de la NASA, Butch Wilmore y Suni Williams, despegaron el 5 de junio a bordo de Starliner para la Prueba de Vuelo Tripulada de Boeing de la agencia desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida.
Sin embargo, el 6 de junio, mientras Starliner se aproximaba a la estación espacial, la NASA y Boeing identificaron fugas de helio y problemas con los propulsores de control de reacción de la nave espacial. Tras una cuidadosa consideración, la NASA decidió priorizar la seguridad y devolver Starliner sin su tripulación.
A pesar de los problemas, la Dirección de Operaciones Espaciales de la NASA expresó optimismo acerca del conocimiento obtenido de la misión. Un portavoz de la sede de la NASA declaró: “Aunque fue necesario devolver la nave espacial sin tripulación, la NASA y Boeing aprendieron una cantidad increíble sobre Starliner en el entorno más extremo posible.”
El viaje hasta este punto no ha estado exento de desafíos, según informó The Guardian. Hubo dos intentos de lanzamiento anteriores que fueron abortados debido a problemas técnicos. En el primer intento, se encontró un problema con una válvula en la segunda etapa del cohete. En el segundo intento, una computadora activó una parada automática solo minutos antes del despegue.
Incluso después de un lanzamiento exitoso, las fugas de helio continuaron causando problemas en la nave espacial. Aunque la NASA determinó que la nave espacial se mantenía estable, las fugas eran una preocupación significativa, según señaló The Guardian.
Las dificultades de Boeing con Starliner se ven como un retroceso no solo para la empresa, sino también para el programa espacial de EE.UU., que aspira a que varias empresas privadas respalden sus misiones.
Según The New York Times (TNYT), los problemas de rendimiento de Boeing, incluyendo desafíos pasados con su división de aviones comerciales, han suscitado preocupaciones sobre su compromiso con la calidad y la seguridad.
El sector espacial comercial ha estado expandiéndose rápidamente, impulsado por empresas como SpaceX, liderada por Elon Musk, y Blue Origin, fundada por Jeff Bezos. TNYT añade además que Boeing, junto con SpaceX, sigue siendo una de las pocas empresas con la capacidad técnica y financiera para apoyar los proyectos más exigentes de la NASA.
A pesar de los desafíos a los que se enfrenta Starliner, la NASA sigue comprometida a trabajar con Boeing para garantizar el éxito de las futuras misiones. La agencia reconoce la importancia de contar con múltiples empresas privadas capaces de apoyar sus esfuerzos en la exploración espacial.
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