Uber y Wayve se unen para acelerar el desarrollo de taxis autónomos

Uber anunció el jueves una asociación estratégica para integrar la tecnología de inteligencia artificial de Wayve en los vehículos de Uber. El objetivo es acelerar el desarrollo de taxis autónomos en diversos mercados a nivel mundial.

Este movimiento mejorará los vehículos con asistencia avanzada de nivel 2 para el conductor y capacidades de conducción automatizada de nivel 3. Ambas empresas aspiran a desarrollar eventualmente vehículos autónomos escalables de nivel 4 para las operaciones globales de Uber, ya que competidores ya han comenzado a desplegar taxis completamente automatizados sin conductor en algunos mercados de EE.UU.

Según informó Reuters, los sistemas de nivel 2 asisten a los conductores realizando tareas básicas, como mantener el coche en su carril o mantener una distancia segura con otros vehículos. Los coches de nivel 3 pueden conducirse por sí mismos bajo ciertas condiciones, pero el conductor debe permanecer alerta y listo para tomar el control.

Finalmente, los vehículos autónomos de nivel 4 pueden conducirse por sí mismos en la mayoría de las situaciones y pueden manejar emergencias sin intervención humana.

Según Uber, a diferencia de los sistemas de conducción autónoma tradicionales, que dependen en gran medida de mapas detallados y geovallado, la tecnología AI de extremo a extremo sin mapas de Wayve está diseñada para permitir que los vehículos naveguen sin restricciones geográficas.

A través de esta colaboración, se espera que los vehículos autónomos impulsados por Wayve se unan a la flota de Uber en varios mercados, llegando potencialmente a más de 150 millones de usuarios en todo el mundo.

Sin embargo, como informa TechCrunch, tanto Wayve como Uber mantuvieron los detalles de su asociación en privado. No mencionaron cuándo los vehículos impulsados por Wayve estarían disponibles en Uber, si se conducirían completamente solos, o cuánto dinero Uber invirtió en Wayve.

Uno de los mayores desafíos que enfrentan los coches autónomos es su incapacidad para predecir y responder a situaciones inesperadas tan rápido como los humanos pueden. Esto es especialmente cierto en los “casos límite”, donde el vehículo se encuentra con una situación para la que no ha sido programado y se queda atascado.

Otra preocupación es que la IA podría llevar a la pérdida de empleos. En China, donde se están probando cientos de robotaxis en 19 ciudades, los conductores temen perder sus trabajos.